La ciencia contra la televisión

La ciencia contra la televisión

Que la ciencia que hacemos en los laboratorios tiene muchas dificultades para llegar a la gente común es algo que no necesito recordar, porque este blog sólo existe por esa razón… Y aunque paradógicamente cada vez es más fácil estar informado, al mismo tiempo cada vez es más difícil encontrar noticias científicas en los medios de comunicación. Los filtros de los grandes medios son difíciles de pasar, y es poco frecuente que una nueva investigación los atraviese para llegar a las páginas (menos visibles eso sí) de los periódicos, y no digamos ya a los programas de televisión.

TitularA menudo se repite el argumento de que los científicos no sabemos transmitir en lenguaje normal nuestros estudios, la relevancia de lo que hacemos, o incluso lo divertido de hacerlo. Creo que iniciativas como FameLab, Pint Of Science, o la recientemente resucitada Órbita Laika demuestran que eso no es cierto, y los científicos cada vez somos más conscientes de que hay que sacar la ciencia del laboratorio a la calle. Una sociedad que no entiende los beneficios y las repercursiones del conocimiento que se obtiene en el laboratorio es muy peligrosa, y los movimientos antivacunas o las corrientes homeopáticas actuales son un ejemplo de que hay que seguir haciendo esfuerzos.

Pero hay una cosa mucho peor que no tener ciencia en la televisión: es tener ciencia falsa. Desgraciadamente la mayor parte de los estudios que consiguen llegar a la televisión tienen una vertiente sensacionalista del tipo «beber un vaso de vino es tan bueno como una hora de ejercicio», «8 abrazos al día ayudarán a tu nivel de oxitocinas», o «los beneficios del chocolate durante el parto». La televisión busca titulares rápidos e impactantes, muy lejos de lo que realmente aparece en los artículos científicos y muy lejos también de las conclusiones reales. Divulgar es importante pero no a cualquier precio.

Por eso, el video de John Oliver que descubrí el otro día en Twitter no puede ser más apropiado en estos días, y por eso he decidido dedicar toda una entrada del blog sólo para él. Acertado a la vez que cómico, expone claramente el problema que existe entre la Ciencia y los medios de comunicación. Por favor, NO os lo perdáis porque no tiene desperdicio.