La Física de en medio

La Física de en medio

Hace poco hablaba con mi amigo David sobre el fabuloso hallazgo en Perú de los restos fósiles de una ballena de hace 43 millones de años… atención: ¡con cuatro patas y membranas entre los dedos! Las ballenas son un ejemplo icónico de la teoría de la evolución pero, por algún motivo, esta noticia pasó desapercibida en todos los informativos.

Recreación de la ballena Peregocetus pacificus (Fuente: Reuters)

Curiosamente un par de días después asistía perplejo a la repercusión mediática que tenía la primera imagen de un agujero negro (apodado Pōwehi) en la galaxia M87. No sólo es que los informativos abrieran con ella, lo cual es una noticia en sí misma mucho mayor que la del agujero; no: es que además fue portada en todos los periódicos. Sólo le faltó colarse en los de la prensa deportiva, pero el fútbol no se deja desplazar tan fácilmente de las primeras planas. No pretendo, ni mucho menos, decir que el agujero negro no mereciera estar ahí, puesto que es un hito científico de gran importancia, pero me gustaría hacer una reflexión: ¿por qué?, ¿qué hace que el agujero negro lo merezca y la ballena no?, ¿qué decide el impacto de una noticia?, ¿ha sido desmesurado el que le hemos dado a Pöwehi?

Portadas de periódicos de tirada nacional con la imagen del agujero negro.

Pues os voy a dar mi opinión: yo creo que sí. Como he dicho es un hito científico de la Física, al igual que lo fue el descubrimiento del bosón de Higgs, pero creo que se ha magnificado enormemente. Los titulares se llenaron de exclamaciones y, cómo no, de referencias a Einstein y Hawking, a pesar de que el protagonismo en justa medida debería corresponderle más a Karl Schwarzschild (1873-1916), el físico que se evadía de la Primera Guerra Mundial resolviendo las ecuaciones del campo de Einstein para una masa en reposo con métrica estática y simetría esférica… aunque ésa es otra historia.

Lo que quiero recalcar aquí es que, al parecer, sólo hay dos tipos de noticias físicas que atraigan la atención lo suficiente como para salir en los medios: las que salen de las partículas y las que salen de los astros. Si alguien opina diferente le recomiendo que eche un vistazo a los canales de divulgación, llenos de Schrödinger, de Big Bang, y de otras tantas cosas cuánticas y gravitatorias. Lo sé, esos temas son apasionantes, pero yo me pregunto: ¿dónde ha ido el resto de la Física? ¿Dónde se ha quedado la física de en medio?

Mapa de la Física (Fuente: MolaSaber)

Hoy quiero romper una lanza por la Física de en medio, por esa física que nos cambia la vida y que usamos todos los días, por la termodinámica y los fluidos, la óptica, las ondas y el electromagnetismo, la física nuclear y la radiactividad, el estado sólido y la hidrostática, y la mecánica (¡por qué no!), ¡qué viva la mecánica también!  Vivan los tornillos (uno de los mejores inventos de la humanidad), vivan las poleas, los émbolos a presión y las máquinas térmicas, la combustión, los motores y las bombillas, viva la pirólisis y la inducción, viva la esterilización con radiación, vivan las resonancias y las ecografías y los Doppler que salvan vidas, viva el mando a distancia y los microondas, y que vivan los billones de transistores que existen en el mundo también.

La física invisible rodea tu vida

Toda vuestra vida está rodeada de física, de una física hermosa que sin embargo parece invisible a pesar del enorme poder que nos da. Os reto, por ejemplo, a contar el número de fenómenos físicos que ocurren mientras estáis plácidamente conduciendo vuestro coche. La explosión del motor que alimenta la rotación de las ruedas, la inercia al coger la curva, la termodinámica que os da aire acondicionado y que te permite frenarlo tan rápido, la aerodinámica que lo mantiene estable, la radiación ultravioleta tan dulcemente bloqueada por el vidrio de las ventanillas,  la electrónica (esa bien llamada revolución silenciosa) y la telemetría que detecta que tienes un coche demasiado cerca… Podría seguir indefinidamente hasta hablar de los 80 milisegundos que vives en el pasado porque tu cerebro no puede procesar impulsos más rápido que eso. Pero no seguiré: sois listos (de lo contrario no estaríais leyendo mi blog) y ya véis dónde quiero ir a parar.

Llamádme loco, pero mientras que la gente no sepa apreciar la increíble tecnología que llevan metida en el teléfono móvil de su bolsillo, y mientras la usen sin sorprenderse de las maravillas que ocurren al deslizar su huella por la pantalla, veo muy difícil que sepan disfrutar de una imagen de un agujero negro a 55 millones de años luz. Quizá deberíamos empezar a asombrarnos de la Física de en medio y darle alguna portada a ella.  Como me propuso David, alguna del estilo: «200000 aviones volaron hoy en la Tierra y todos aterrizaron». Eso valdría.

Tráfico aéreo un día normal. (Fuente: FlightRadar24)

@DayInLab