¿Para qué sirve una tesis?

¿Para qué sirve una tesis?

Todos los que hemos hecho el doctorado nos hemos preguntado esto alguna vez… ¿para qué va a servir mi tesis? En muchos momentos uno siente que lo que hace no tiene ninguna transcendencia, que nadie lo leerá, y que todo el esfuerzo no merece la pena. Posiblemente una de las mejores respuestas para ese sentimiento sea la charla de Scientia sobre La niña y el huevo, pero hoy me gustaría recordar una gran frase de Henry David Thoreau para aquellos que estáis en esa situación de escepticismo y que pensáis que vuestro trabajo no tiene ningún valor:

El precio de cualquier cosa es el tiempo de tu vida que intercambias por ella.

¿Os estáis preguntando qué valor tiene vuestra tesis? Pues ésta es la verdad: tu tesis vale tanto como el tiempo que le has dedicado. Quien os diga otra cosa miente. Tu tesis es única porque nadie le va a dedicar los días y noches que tú le has prestado, porque nadie va a abordar los problemas de la misma manera que tú lo hiciste, y nadie va a tratar las muestras con el cariño que tú las trataste, poniéndolas tu nombre y dibujando en cada cajita. La tesis es un camino, pero es un camino que sólo se escribirá con tus pasos. Puede que pienses que lo que descubres no sirve de nada, y puede sea cierto, pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo va a hacer.Así avanza la ciencia, gracias al tiempo que los científicos dedicamos a descubrir cosas. Las piedras que construyen la ciencia no son las teorías ni los artículos, son nuestras horas de laboratorio resolviendo nuevos problemas. Y sí, quizá algunas tesis deberían decir: «mirad, yo me dediqué a hacer esto pero no sigáis por aquí porque no vais a conseguir nada», pero incluso eso es positivo, porque sirve para que otros científicos no gasten su tiempo en vías muertas. Es conocimiento que no teníamos, sencillamente porque nadie le había dedicado TU tiempo. Nuestro trabajo es insignificante, pero cuando se junta con el de otros científicos puede ser inmenso, y son esas vidas combinadas las que hacen progresar la ciencia.

Por eso, cada vez que caigáis en la tentación de pensar que no merece la pena pasar otro día en el laboratorio os invito a ver esta charla de nuevo: la ciencia no es magia, es tiempo.

@DayInLab