Una conciencia con 30 años más…

Una conciencia con 30 años más…

Un artículo de la colaboradora A. Belén Peña Serrano*

A finales de los años 80, una noticia de las más influyentes en materia de medioambiente de la época saltó fronteras. Tras años de investigación se había descubierto que el nivel en la concentración de ozono en la zona antártica había disminuido considerablemente. Una cifra que alcanzaba el 50% menos de ozono desde que se registraron los primeros datos…

Pero fue a principios de los 90, en la Expo de Sevilla en 1992 (no recuerdo ya el pabellón, una tenía una tierna edad) cuando la que suscribe vio una representación gráfica del citado agujero, su tamaño, su proporción y las consecuencias que traería.

Agujero de ozono en octubre de 2013 (Fuente: NASA/Ozone Hole Watch)

A partir de ahí, en noticias, conversaciones entre adultos, en el colegio… éramos conscientes de la situación… y por supuesto en mayores niveles, la firma del Protocolo de Montreal (¡OJO!), hizo que de inmediato, la problemática se extendiera, los cambios en conductas y las reducciones en el consumo de productos con contenido clorado protagonizaran la mayoría de nuestras actuaciones. Tras 30 años de estudios y mediciones, perdida entre numerosos titulares en internet, se pudo leer la siguiente noticia:

“El agujero de la capa de ozono se cierra”

Y ha sido 3 décadas después, en las que luchando con los también presentes problemas sociales y económicos que nos acompañan siempre, ese cambio en nuestra conducta medioambiental da sus frutos.

No quisiera dejar de escribir sobre el tema, ya que tan positiva noticia conocida hace ahora un año, no ha vuelto a protagonizar conversaciones.

A todos nosotros, que nos tocó vivir esta crisis medioambiental, nos toca ahora hacer frente a su homólogo y hermano mayor, cambio climático.

Todos esos hábitos que cambiamos, con lo que podemos decir que ha sido el mejor ejemplo en conducta internacional, parece que ahora nos cuesta asumirlo… Parece que ahora la competitividad entre países, la competencia entre diferentes sectores profesionales, y el “y tú más” entre políticos es más importante que el aire que respiramos.

Con esto, no pretendo un artículo de ataque y de queja, quisiera resaltar, que esos 4 millones de km² de nuevo ozono generado han sido gracias a todos nosotros, al empeño que grandes y pequeños pusimos en cambiar nuestra mentalidad.

Niveles históricos de CO2. (Fuente: NASA)

Ahora, a riesgo de pecar de ambiciosa, creo que solo hay una razón por la que dependa que en otros 30 años podamos o no publicar un artículo igual de optimista respecto a la problemática del calentamiento global.

Un saludo a los lectores de Another Day In The Lab y a su genial administrador, que “sin presiones” me ha brindado la posibilidad de entrar en su salón de la fama hablando de aquello que más me gusta. ¡Y encantada que estaré de volverse a presentar la oportunidad!

@pserranoana
www.congdegeo.wordpress.com
#NatureInfluencer

*Belén es ingeniera técnica en topografía y máster de energías renovables, y divulga sobre estos temas desde hace varios años, además de participar activamente en diversas páginas web de ciencia y eventos como el Pint of Science (donde tuve el placer de conocerla). Si queréis saber más de ella pasad por su blog Con g de geo.