El gran silencio de Arecibo
Ayer leía la noticia del desmantelamiento del mítico Radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico. Famoso por haber salido en películas como Contact, GoldenEye, o Species este telescopio tiene 305 metros de diámetro y unos 73000 m² de área, así que es un verdadero monumento científico. Lo cierto es que puede morir contento porque ha prestado buenos servicios a los científicos en los últimos 60 años. Entre sus éxitos está la determinación del periodo de rotación de Mercurio (de 59 días y no de 88 como se creía), el asteroide 4769 Castalia, o el púlsar PSR B1257+12. Aunque, sin duda, lo más conocido es su uso para el proyecto SETI de búsqueda de vida inteligente fuera de nuestro planeta.
El 16 de noviembre de 1974 se envió desde Arecibo un mensaje de 1679 bits en la dirección del cúmulo de estrellas M13, situado a 25000 años luz. El mensaje, diseñado por Frank Drake y Carl Sagan (entre otros), contiene esquemas de números, nucleótidos, la doble hélice, la humanidad, los planetas y el propio telescopio. La cifra 1679 no es coincidencia. 1679 es el producto de dos primos (23 x 73), de manera que permite visualizar el mensaje de forma única.
Evidentemente, no tenemos respuesta para ese mensaje porque, si tuviéramos suerte, aún tardaría 50000 años en llegarnos. Pero a veces, lo más importante para demostrar inteligencia es guardar silencio. Y ahora que el telescopio dejará de escuchar las estrellas, quizá ha llegado el momento de pararse y escuchar la otra parte que nos queda de este Universo: escuchar nuestro propio planeta.
Por ese motivo quiero dejaros el que es, probablemente, el mejor documental rodado nunca en el radiotelescopio de Arecibo. No va sobre señales del espacio exterior. De hecho, ni siquiera es sobre física. Pero sí habla de vida inteligente. Vida inteligente a la que no prestamos atención. Vida inteligente que comparte un lenguaje con nosotros, pero que estamos condenando a la extinción. Os dejo con ellos… los loros.
@DayInLab