Lo que no dije en la tele

Lo que no dije en la tele

Estos últimos días he pisado poco el laboratorio porque han sido bastante movidos desde el punto de vista mediático. Por un lado me entrevistaron en la radio para hablar de nuestras Partículas celtíberas, y por otro en la televisión para hablar de ciencia y cine. Si bien la radio es generosa con el tiempo, la televisión es bastante más estricta y muchas de las cosas que me preguntaron se perdieron de camino a la pantalla. Sin embargo, algunas de esas preguntas me parecieron realmente interesantes, y como no quiero que se pierdan mis respuestas para siempre he decidido utilizar la reposada tranquilidad que da el blog para dejar mi opinión. Aquí va:

La última encuesta de la FECYT dice que sólo un 16% de la población tiene interés por temas científicos. Divulgar es por tanto un trabajo difícil. ¿Cómo se consigue atraer a la gente?

Efectivamente divulgar ciencia es una tarea difícil. Hay dos formas de reducir la barrera que nos separa de la gente. Por un lado se puede cambiar el lenguaje, por otro se puede cambiar el canal de comunicación. Me explico: a la gente puede que no le interesen los dinosaurios, pero es menos probable que no les guste Parque Jurásico. El cine es un lenguaje más universal que la ciencia, y nos ayuda a divulgar mejor. Por otro lado la gente seguramente no puede venir a visitar nuestros laboratorios de visita, pero sí que puede ponerse un pódcast mientras va conduciendo. Tenemos que acercar a los científicos más, sacarnos de nuestra burbuja académica.

Una forma de acercar más la ciencia es usando otros lenguajes, y el cine es una manera fabulosa de hacerlo.

¿Por qué es necesario divulgar la ciencia?

Pfff. Hay muchas razones. La gente tiende a pensar que divulgamos porque queremos más científicos. Eso no es cierto: tenemos tantos que, lamentablemente, los exportamos. La principal razón para divulgar ciencia es porque necesitamos que la sociedad entienda el poder que tiene para mejorar nuestra vida, necesitamos que comprenda su dificultad, su importancia y, si es posible, su belleza. Lo que no se entiende, no se valora. Y lo que no se valora desaparece. Y no podemos permitirnos ese lujo.

«El estereotipo de científico no es casualidad.»

El estereotipo de científico es un hombre con bata blanca, pelo alborotado y algo despistado. ¿Por qué tenemos ese estereotipo?

Ese estereotipo no es coincidencia. Si cierras los ojos y te pido que pienses en un científico lo más probable es que a tu mente acuda la imagen de Albert Einstein, sencillamente porque es el científico más famoso de la historia. Aunque hay buenos motivos para eso, la repercusión mediática de Einstein va mucho más allá de su valor como científico. No en vano fue elegido como persona del siglo por la revista Time por delante de muchísimas celebridades, incluyendo a Gandhi o Roosevelt.

Einstein, el científico más mediático de la historia.

¿La literatura y el cine han contribuido a que nos formemos ese estereotipo?

Sí, sin duda, especialmente porque el papel de científico loco vende mucho, sobre todo en los villanos. Uno de los ejemplos más universales de esto es Frankenstein, y hay que recordar que Frankenstein era el doctor, no el monstruo. Luego hay personajes que claramente imitan la imagen de Einstein, como el caso de Doc en Regreso al futuro, o Morty de la serie Rick y Morty. Pero es muy importante decir que los científicos no somos tan raros. De hecho los científicos no somos gente especial, somos gente normal que hace una cosa especial: la ciencia.

El cine ha perpetuado muchos de los rasgos que tiene el estereotipo de científico.

¿La razón por la que poca gente imagina mujeres en el papel de científico es porque durante mucho tiempo han estado fuera de ese campo?

Por supuesto. Aunque ha habido grandes científicas como Marie Curie, Rosalind Franklin, o Lise Meitner hay una falta de referentes femeninos a lo largo de la historia porque la mujer lo ha tenido muy difícil, cuando no imposible, para acceder a la investigación científica.  Pero hablando de cine a mí me gusta contar el ejemplo de Hedy Lamarr. Es conocida fundamentalmete por lo buena actriz de Hollywood que fue, pero pocos saben que también fue coinventora de un sistema de comunicaciones inalámbricas (similar a la Wifi) para largas distancias.

Hedy Lamarr: actriz e inventora.

¿Esta cambiando la imagen que tenemos del científico?

Creo que sí, aunque lentamente. Hay un esfuerzo muy importante por concienciar sobre la igualdad, a muchos niveles, pero especialmente en las escuelas. Esa labor da sus frutos y está desintegrando progresivamente los estereotipos. De todas formas, todavía nos falta mucho para reducir la brecha de género, especialmente en lo relativo a la profesionalización y el techo de cristal.

El techo de cristal para mujeres en la ciencia: una de las barreras que todavía hay que derribar.

¿Cómo ha cambiado la percepción de los científicos con la pandemia? [Esta pregunta no llegaron a hacérmela, pero era uno de los objetivos principales del reportaje y por eso me la autopregunto.]

Es una pregunta difícil, porque la percepción que la sociedad tiene de nosotros está muy distorsionada. Yo opino que la ciencia ha demostrado estar muy bien preparada frente a la pandemia. Teníamos las herramientas necesarias a muchos niveles y la prueba de ello es que se ha conseguido una vacuna en tiempo récord. Esto no se puede dar por sentado. Podría, perfectamente, no haber sido así, y es un verdadero hito que se haya logrado. Sin embargo, creo que la sociedad no estaba preparada para gestionar esta situación y, personalmente, diría que sigue sin entender el esfuerzo que ha supuesto. Además de todo esto se han politizado y mediatizado muchas decisiones científicas, y eso ha hecho mucho daño. No se ha sabido separar lo que son hechos de lo que son opiniones. Si el resultado sobre nuestra imagen es positivo o no, quizá sea pronto para decirlo pero, por volver a las referencias cinematográficas, en este punto me siento totalmente identificado con los protagonistas de No mires arriba.

«No mires arriba», un buen ejemplo de lo que pasa con los científicos y la realidad.

 

@DayInLab