2 kilos y 400 gramos de certificados (dieta milagrosa de adelgazamiento)

2 kilos y 400 gramos de certificados (dieta milagrosa de adelgazamiento)

Ya os he contado en alguna ocasión que los científicos somos evaluados continuamente por nuestra producción. En teoría eso sirve para decidir nuestro nivel y nuestra calidad como investigadores, y el sistema está tan implantado en España que existe una Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA para los amigos). Para muchas solicitudes, especialmente para las plazas de profesor de Universidad, tener esa acreditación es obligatorio.

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¿Qué hace falta para conseguirla? Muy sencillo, una colección de certificados, de TODOS los certificados de tu carrera científicaY por todos quiero decir todos: títulos, asistencias a congresos, artículos, libros, cursos recibidos, clases impartidas, licencias, participación en proyectos, becas, estancias, premios, seminarios, patentes, apuntes realizados, tribunales… Todo. Como comprenderéis, después de una década investigando es una auténtica locura preparar eso. Primero hay que rellenar todos los méritos en la aplicación por internet, que por supuesto no te permite copiar ni duplicar, que no está cruzada con el famoso curriculum vitae normalizado, y que te exige meter todos los datos (y los autores) ¡uno a uno!

Pero lo realmente divertido viene después. Hay que ir a un registro oficial con la solicitud, presentar todo eso en papel y compulsar con los originales. Bueno, los que te dejen, porque cuando llegas resulta que no compulsan originales en inglés (muy lógico porque como todo el mundo sabe el castellano es el idioma universal de la ciencia)¹. Pero volviendo a lo importante, el otro día por fin reuní las fuerzas necesarias para hacerlo. Un archivador con los originales y otro archivador con las copias. El ambiente era muy tranquilo, se notaba que era verano. Saludos y explicaciones cordiales. Buen comienzo. Entonces la chica de registro mira mi archivador y me dice:

  • ¿Cuánto pesa eso?
    • (Yo, asombrado.) Pues ni idea.
  • Es que eso va a pesar más de 2 kilos…
    • Sonrío y digo: es que he investigado mucho.
  • Pues si pesa más de 2 kilos no te lo podemos mandar.
    • =O

Se lo da a una compañera para que lo pese y vuelve diciendo: 2 kilos 400 gramos. Yo estaba alucinando con que después de todo no pudiera presentar los certificados que llevo semanas preparando porque pesan demasiado. Era como en las 12 pruebas de Asterix en las que tienen que conseguir el formulario A38 por todo el edificio de la Administración. Había caído en otra trampa de la burocracia sin saberlo…

Jamás un cómic retrató tan bien la burocracia como éste

Pero tenía claro que de ahí no salía sin mi compulsa y sin adelgazar 2 kilos 400 gramos. Si pesan, pues pesan. Y si no, que no los pidan en papel, que de árboles no andamos precisamente sobrados. De repente una idea brillante: ¿y si quitamos el archivador? Buen intento (pensé). Se lleva los papeles sin el archivador y, para que negarlo, también sin mucho convencimiento. Vuelve. Se masca la tragedia. Me mira y dice:

  • No te lo vas a creer: pesa exactamente 2 kilos.
    • (Suspiros.)
  • Espero que con la tinta de la compulsa no suba… =P

Después de unas risas² y unos cuantos sellos sentí que había ganado una nueva batalla a la burocracia, a una burocracia tan ridícula que asume que la ciencia se mide en kilos de certificados.

@DayInLab


¹ Según la R.A.E. compulsar es cotejar una copia con el documento original para determinar su exactitud. Creo que no hace falta saber inglés para hacer eso…

² Vaya aquí mi agradecimiento a la chica de registro por tomárselo con buen humor y disposición.