Art In Lab
Dentro del laboratorio se pueden ver cosas maravillosas, desde el increíble mundo microscópico de los átomos a los instrumentos de medida más sofisticados y grandes que el hombre ha creado. Creo que no me equivoco si digo que prácticamente todos los que vivimos en el laboratorio (y eso es una expresión literal) nos hemos encontrado en algún momento con alguna verdadera obra de arte. A veces es la superficie de una muestra al mirarla con el microscopio electrónico, a veces es el color del plasma asomando por la ventana de la campana de vacío, y a veces es sencillamente un espectro o una gráfica…
Puesto que la misión de DayInLab es poder llevaros, no sólo las historias, sino también las imágenes de ese fabuloso mundo que es la Ciencia, hemos creado la sección Art In Lab, donde colgar esos momentos sorprendentes; sin palabras: sólo arte. Como casi todo en el blog es una sección abierta, donde podréis ayudarnos a divulgar vuestras fotos relacionadas con el laboratorio, o con la ciencia en general. La idea ha surgido de mi amiga Nuri así que a ella le dedico esta entrada y esta foto (aunque será difícil estar a la altura de las suyas =).
La foto la he elegido porque es un ejemplo de esos momentos únicos: fue la primera vez que vi la radiación Cherenkov. Esa radiación proviene de partículas cargadas que viajan más rápido que la luz (en el agua del reactor de fisión), así que como comprenderéis es algo que no se ve todos los días en los museos… ¡Espero que disfrutéis del resto en nuestra galería de arte!
[…] en busca de nuestros nanohilos de óxido de Zn, y de repente descubrimos un maravilloso ejemplo de ArtInLab. Teníamos ante nosotros un nanohilo que habría crecido en forma de aguja escalonada, ¡un […]
[…] Vamos, que tenía todos los juguetes que un físico podía desear, además de incluir un fabuloso bronceado Cherenkov de vez en […]
[…] Tampoco hará falta cerrar esa enorme puerta de seguridad que hace años atravesé con la expectación de un niño que empieza a abrir su regalo. Y es que, como físico, no hay muchas sensaciones que puedan compararse a estar encima de una piscina de 10 m de profunidad con 1280 kg de agua y ver cómo emerge bajo tus pies un intenso e hipnótico azul firmado por partículas viajando más rápido que la luz. Millones de reacciones nucleares sucediendo delante de tus ojos y controladas por una cuidadosa elección de elementos y matemáticas. No importa mucho que el reactor tenga unos modestos 1000 kW de potencia: en esos momentos te sientes frágil pero muy afortunado de poder contemplar un espectáculo así, un auténtico ArtInLab. […]
[…] buen documental sobre lo que significa la palabra «arte» y hasta dónde puede llegar la inteligencia […]