La promesa
Sus 32 núcleos permanecen todavía dormidos, y me temo que seguirán así mucho tiempo. El servidor descansa por fin después de cuatro intensos años de lluvia de iones sobre perfectos cristales de silicio de 4.89 x 4.89 x 108.26 nm3. Sé que sin ti será difícil que vuelvan a la vida. No hará falta incluir otro potencial de Tersoff a pares, ni resolver más ecuaciones de Newton, no habrá más cascadas de colisiones, ni más líneas de código, ni más meses de espera hasta tener suficiente estadística para conseguir tu gráfica. Ahora resolverás otros problemas donde la Física y la dinámica molecular ya no serán necesarias.
Supongo que después de este tiempo, el cum laude y las intensas emociones del día de tu tesis se habrán diluído, pero los voy a recordar de nuevo porque hoy, Ana, es tu primer cumpleaños como doctora.
Bueno, por eso y porque te lo prometí. Te prometí esta entrada durante esos duros meses en que trabajar y escribir era casi imposible, cuando parecía que la ilusión se iba enterrando poco a poco entre dunas (nunca mejor dicho). Te prometí esta entrada porque te merecías un gran final y debes saber que lo fue. Fue bonito estar allí para vivirlo y ver tu naturalidad en acción una vez más con un recuerdo para la historia:
– ¿Qué grado de realismo físico le das a tus simulaciones?
– Mucho, porque las he hecho yo. =D
Aunque sobre todo fue bonito el camino. Por eso no importa mucho que los 32 núcleos no despierten nunca para imitar el comportamiento de nuestros iones implantados, ni importa demasiado que no publiquemos otra g(r) como la del EPL, y quizá no volvamos a reirnos en el TEM o a celebrar otro premio de congreso… pero seguro: volveremos a tomar una copa juntos. Eso también te lo prometo.
Enhorabuena, felicidades, gracias.
@DayInLab
Aprovecho esta entrada para agradecerle a Ana también uno de los mejores cumplidos que me han hecho nunca. Hace unos meses me dijo: «conozco a mucha gente que se dedica a la ciencia, pero no conozco a nadie al que le guste tanto como a ti».
[…] nada, portadas de revista, premios de divulgación, despidos indignantes, contratos milagrosos, promesas cum laude. Por tener, hemos tenido hasta superheroínas. Aunque de todos los momentos yo me quedo, sin duda, […]
[…] anéctoda os contaré que mi amiga (y Dra.) Ana hizo su primer póster en un fabuloso formato horizontal. Cuando se presentó en el congreso […]