Jaque mate por rayos X

Jaque mate por rayos X

Llevo 10 años trabajando con radiaciones ionizantes, y considero que conozco más o menos bien sus principales usos y beneficios: medicina, industria, alimentos, investigación, etc. Por ejemplo, poca gente sabe que la radiación se usa para medir la densidad de los cigarros, para controlar el llenado de las latas de bebida, conocer la humedad del hormigón, evitar incendios o encontrar fugas en canalizaciones. Sin embargo, el otro día oí la historia más extraña del uso de estas radiaciones, y he decidido contarla aquí para los que os gusten las curiosidades.

Algunas fuentes de radiación natural: el suelo, la radiación solar, y los alimentos son las principales (Fuente: CSN)

Para dejar claros los conceptos un tipo de radiación es ionizante cuando tiene suficiente energía como para producir la ionización de un átomo y romper los enlaces atómicos que mantienen las moléculas unidas en las células. El ejemplo más conocido, aunque no necesariamente el más peligroso, son los rayos X. Las partículas cargadas como los iones o los electrones también son radiaciones ionizantes, así como otras partículas que pasan desapercibidas a menudo: los neutrones. Los neutrones, aunque no tienen carga, pueden producir reacciones nucleares si tienen la suficiente energía, y el producto de esas reacciones son otras partículas o rayos gamma.

Fuentes de radiación artificial: las pruebas médicas son la principal. (Fuente: CSN)

De forma natural nosotros recibimos dosis bajas de radiaciones ionizantes, y de hecho el radón sigue siendo la principal causa de nuestra dosis anual (como ya os conté en otra entrada el radón es especialmente intenso en los suelos de granito). La radiación que recibimos en pruebas médicas representa sólo el 22% de todo lo que recibimos en media, y el resto de fuentes artificales es aproximadamente el 1% del total. Cuando usamos radiación para fines médicos se entiende que el beneficio recibido por el diagnóstico (o el tratamiento) es mucho mayor que el posible perjuicio de la radiación en nuestro cuerpo. Sin embargo, en la historia que os voy a contar ahora no fue así. En este caso la radiación se usó para salvar un campeonato de ajedrez.

Porcentaje de exposición humana a las radiaciones ionizantes (Fuente: wikipedia)

Tiempo después lo llamarían el partido del siglo. Era 1972 y se enfrentaban en Reikiavik Bobby Fischer contra Boris Spassky, aunque para ser más precisos deberíamos decir que se enfrentaban los Estados Unidos de América contra la URSS. En medio de la guerra fría y tras la pelea por la carrera espacial el campeonato era una perfecta alegoría de la batalla, y por primera vez, los EE.UU. estaban en disposición de acabar con 24 años de dominio ruso. El campeonato, sin embargo, comenzó muy mal para Fischer, quien perdió la primera partida por dejar su alfil atrapado.

La guerra psicológica no tardó en llegar, y en la segunda partida Fischer se negó a jugar si no retiraban todas las cámaras. Ante la negativa de los organizadores perdió esa partida. Las cosas cambiaron en la tercera partida, donde Fischer demostró su capacidad ganando a Spassky por primera vez. Tablas en la cuarta, seguidas de una nueva victoria para Fischer en la quinta. El campeonato estaba empatado.

Y entonces llegó la famosa sexta partida. Bobby Fischer tenía las blancas y sorprendía en su primer movimiento: c4. Renunciaba a su salida preferida (e4, peón de rey). Fischer siempre jugaba e4; nadie esperaba eso. Spassky respondió con su peón de rey (e6) y se abría con un gambito de dama declinado. La defensa de las negras se centraba en la variante Tartakower, y Spassky era un especialista en ella. En el movimiento 14, Fischer completa su desarrollo con alfil a b5. Spassky lo ataca (a6) pero Fischer no necesita moverlo aún, así que aprovecha la indefensión de la dama y fuerza una estructura de peones colgantes para las negras, lo que a la postre fue una perfecta decisión estratégica. Pone su caballo (Cd4) delante de ellos, y lo intercambia por el alfil (de a6). Un suave avance de peón (e4) hace que Spassky empiece a darse cuenta de la derrota. Una perfecta orquesta de movimientos por parte de Fischer provoca el estrangulamiento de Spassky, que se rinde en el movimiento 41, uniéndose al público y aplaudiendo a Bobby.

Fischer estaba por delante por primera vez, y el equipo de la URSS empezó a tener miedo. Al término de este juego, y a pesar de la deportividad de Spassky, se hizo una protesta: ¡se creía que en la silla de Fischer había algo escondido que afectaba a la concentración de Spassky! La presión política era enorme y se obligó a que la silla se analizara con rayos X para poder continuar con el campeonato. No tenemos la radiografía, pero al parecer sólo había astillas y un par de moscas muertas en el asiento. No había excusa. El campeonato tenía que seguir y Fischer, tras 21 partidas, acabaría ganándolo.

Fotograma de la película «El caso Fischer» donde se recrea la radiografía de la silla.

A menudo se usa la expresión «atacar por rayos X» en ajedrez cuando una pieza se interpone entre dos enemigas, pero esta vez sí que hubo un verdadero mate por rayos X.

@DayInLab


Para los amantes del ajedrez, dejo aquí la partida resumida, aunque recomiendo leer el blog de Amigos del ajedrez para conocer más detalles.

1.c4 e6 2.Nf3 d5 3.d4 Nf6 4.Nc3 Be7 5.Bg5 0-0 6.e3 h6 7.Bh4 b6 8.cxd5 Nxd5 9.Bxe7 Qxe7 10.Nxd5 exd5 11.Rc1 Be6 12.Qa4 c5 13.Qa3 Rc8 14.Bb5 a6 15.dxc5 bxc5 16.0-0 Ra7 17.Be2 Nd7 18.Nd4 Qf8 19.Nxe6 fxe6 20.e4 d4 21.f4 Qe7 22.e5 Rb8 23.Bc4 Kh8 24.Qh3 Nf8 25.b3 a5 26.f5 exf5 27.Rxf5 Nh7 28.Rcf1 Qd8 29.Qg3 Re7 30.h4 Rbb7 31.e6 Rbc7 32.Qe5 Qe8 33.a4 Qd8 34.R1f2 Qe8 35.R2f3 Qd8 36.Bd3 Qe8 37.Qe4 Nf6 38.Rxf6 gxf6 39.Rxf6 Kg8 40.Bc4 Kh8 41.Qf4

Aprovechando que estamos hablando de ajedrez en un blog de ciencia voy a dejar para los interesados una partida que, según la leyenda (al parecer no hay registro de tal cosa), jugaron dos grandes físicos: Albert Einstein (blancas) vs Robert Oppenheimer (negras) en 1933.