Yo soy Doctor
No me considero una persona presuntuosa, pero hoy me apetece mucho decirlo: yo soy doctor. Hoy, amiga Verónica, me estoy acordando de la defensa que hiciste de nuestro título en el curso de verano. Estoy contigo: no lo decimos lo suficiente y eso hace que no se valore. Hoy me siento suficientemente indignado como para gritarlo bien alto después de lo que está pasando con el trabajo de fin de máster de Cifuentes.
Me siento muy orgulloso de ser doctor. Tan orgulloso que os puedo decir perfectamente dónde está mi tesis. Tengo tres ejemplares impresos en casa. Sobrevivieron estoicamente a mi última mudanza, consiguieron salir de sus cajas y tengo dos de ellos en el salón, bien a la vista, y otro en mi estantería Billy. ¿Queréis saber más? Os puedo decir que están dedicados. Uno por mis amigos y otro (¿estáis sentados?) por los miembros de mi tribunal y por mis directores. Yo no necesito ningún acta de mi cum laude: tengo sus firmas en mi tesis. Una tesis, por cierto, escrita en inglés, porque hay muchas formas de demostrar el conocimiento sin robar títulos.
Pero no os preocupéis, que para los que no conocéis mi casa también tenéis la tesis colgada en pdf en el servidor de la biblioteca de la Universidad. Es más, si de verdad os gustara mucho podríais comprarla por Amazon al módico precio de 63 libras, porque también está publicada en formato libro.
No necesito repetir en qué Campus la defendí porque, veréis, yo sí recuerdo su título, yo sí recuerdo las figuras y los meses de trabajo, recuerdo la fuente tipográfica que usé y… por recordar, recuerdo hasta las preguntas que me hicieron. Ya hace 8 años de eso, pero podría decirte los nombres de la gente que estaba y dónde comí y dónde hice la fiesta. Y sigo poniéndome la camiseta (ya bastante desgastada) que me regalaron mis compañeros aquel día, y en la que dice eso: ¡Ya soy Doctor!
Fue una parte muy bonita de mi vida, fue superación, aprendizaje, descubrimiento y emoción. Fue importante y me alegro, me alegro mucho de ser doctor… y de que ciertos políticos no lo sean.
@DayInLab
Enhorabuena! Orgullosa de Ser Doctora y más importante…de haberlo podido compartir el antes y el después a tu lado. También sería incapaz de olvidarme de cada momento…
It’s pitty how the title of Dr is not recognized in latin countries. Say you’re a doctor in France, everyone will understand you’re doctor in Medecine! Only very few people know that there exists the Doctor of Philosophy (PhD) which is famous in Anglo-Saxon countries. Anyway, yes, quite rightly, we can be proud to be Doctors, and we must try to guide/inspire new generations.
Totalmente de acuerdo contigo. Yo tampoco entiendo cómo no recuerda el trabajo que hizo ni cómo puede no tener una copia en casa. Y la universidad parece que tiene una posición muy mala por ahora.
En cuanto a la valoración del título de Dr., es triste ver que nos confunden con médicos, como dice Aurélien. Ojalá tuviéramos el respeto que muestran en Alemania, pero allí también es una situación heredera del trbajo bien hecho y del orgullo por progresar hace ya más de 100 años.
Yo también lo recuerdo!!
[…] 9 de julio de 2010 defendí mi tesis doctoral, así que hoy hace 10 años exactamente que soy doctor. No es que el doctorado sea algo que se valore especialmente en nuestra sociedad, pero a mí me […]
[…] como para pensar que sólo valgo lo que se ha invertido en mí. Evidentemente valoro mucho más mi título de doctor de lo que cobré durante mi tesis, y tampoco mido mi experiencia posdoctoral en Lisboa con billetes […]
[…] también lo reconozco. Pero sobre todo, no se me escapa que una ley así sólo puede beneficiar a ciertos políticos que, sedientos de títulos universitarios para justificar su valía, dormirán más tranquilos sin […]
[…] o por lo que es? En ese momento me describí sencillamente como posdoc, o lo que es lo mismo un doctor en busca de un empleo estable. Porque todos los que somos posdoc vivimos en un mundo incierto, que […]
[…] cualificado y valioso. Y es para preguntarse: ¿cómo es posible que personas con la más alta calificación académica acepten someterse a un trato […]