¿Por qué los científicos no llenamos estadios?

¿Por qué los científicos no llenamos estadios?

Esta mañana me he levantado viendo un vídeo de Havasi en concierto, un pianista húngaro que no conocía hasta ayer.

Mientras lo veía me ha venido a la cabeza una pregunta: ¿por qué los científicos no llenamos estadios? Y no he tenido que esperar mucho para que en mi mente susurrara una respuesta: porque ellos hacen arte y vosotros no. Y he recordado entonces una frase de Victor Hugo:

La gran diferencia entre una obra de arte y otra no es tanta, pero existe una gran diferencia entre quienes las contemplan. El arte está hecho para ser sentido, no para ser comprendido.

¿Por qué la gente está dispuesta a pagar cientos de euros para ir a un concierto o al fútbol, o peor incluso, a un mitin político? Porque, por mucho que nos pese, el arte, el deporte, e incluso la política emocionan. Pessoa también lo supo resumir perfectamente:

El binomio de Newton es tan bello como la Venus de Milo; lo que hay es poca gente que sé de cuenta de ello.

Tenemos que reconocerlo. Incluso a nosotros los científicos nos conmueve más la Venus que esto:

Triángulo de Pascal con los coeficientes del binomio de Newton

Y eso que muchos somos capaces de ver en ese simple triángulo de Pascal la combinatoria del azar o el infinto fractal de Sierpinski. Aun así. Seamos sinceros. El arte tiene la ventaja de atacar las emociones sin necesidad de esfuerzo, la ciencia no. Para apreciar la ciencia, para ver el arte escondido en ella, hay que usar esa parte racional del cerebro que la mayor parte de nosotros sólo reclama el 5% del tiempo. Los científicos no llenamos estadios por la misma razón por la que no los llenan los jugadores de ajedrez. La gente está dispuesta a pagar por lo que le produce sensaciones fuertes, o quizá debería decir, sensaciones fuertes instantáneas: una canción, un gol, una gran carcajada, una sorpresa mágica.

Triángulo de Sierpinski

Así que he vuelto a recordar el problema de las dos culturas, o quizá haya que decir el de los dos cerebros. Por un lado me he alegrado de poder usar esos dos cerebros, de poder disfrutar de esa mitad del mundo que otra gente se pierde porque no es capaz de comprender. Pero por otro lado, como divulgador veo que nos queda tanto por hacer…

@DayInLab