Conclusiones de una mesa redonda
Hay días en los que las cosas no salen como uno piensa, y el último día de nuestro curso de Iniciación a la ciencia fue uno de ellos. Lo teníamos todo pensado para acabar con una gran mesa redonda de tres ponentes. Se iba a hacer a las 5 de la tarde, pero…
13:40 Nuria me manda un audio diciéndome que uno de los tres ponentes va a hacerse la prueba de covid por un positivo en su laboratorio. Yo en este momento estaba comiendo tranquilamente, así que no lo vi hasta una hora más tarde… El primer pensamiento es: dos de tres no está mal. Podemos salir adelante. Pero claro, una mesa con dos patas se queda algo coja.
14:50 Empiezo a pensar en un plan B. Gente que pueda acercarse en el día y que encaje con el tema: cómo orientar tu carrera científica. Llamo a mi amiga Alba, que está trabajando en el CSIC y puede aportar la visión más juvenil a la discusión. Estoy de suerte porque agradece escapar del laboratorio un viernes por la tarde, pero no tiene coche para venir. No pasa nada, puedo ir a buscarla y problema resuelto.
15:07 Ya estamos empezando la primera charla de la tarde cuando recibo una llamada. Es otra de los ponentes de la mesa. Me dice que su hija se ha puesto mala y que tiene que ir a recogerla a la guardería. No va a poder llegar a tiempo, así que estamos en el mismo punto que al principio, pero cada vez queda menos margen.
15:40 Mientras estamos en la charla mi mente no deja de pensar opciones para un plan C. ¿Quién podría encajar que esté a mano? De repente me acuerdo de Juanjo y le pregunto si está libre de 5 a 7. Lo normal cuando hablo con Juanjo es que sea de pádel, porque nos conocemos de eso. Así que como es lógico lo primero que se le pasa por la cabeza es que hace falta un jugador para el partido del viernes. Bueno, eso y que 37 grados de temperatura no es lo ideal.
16:00 (Hora aproximada) Hablo con Juanjo y le cuento el problema de la mesa redonda. Me dice que necesita algo de tiempo para pasar por casa, pero que lo puede hacer. Me tranquiliza porque sé que lo hará bien. Problema resuelto… otra vez.
16:30 Me escapo de la charla para poder recoger a Alba. Afortunadamente Nuria me cubre las espaldas. Es lo bueno de nuestro equipo: siempre podemos contar con el otro.
17:05 Empezamos la mesa redonda, sorprendentemente con los tres ponentes sentados. Mi amiga Ana (la única que consiguió llegar del grupo inicial), mi amiga Alba (primera rescatadora) y mi amigo Juanjo (segundo rescatador).
19:00 Acabamos la mesa redonda con un gran aplauso. Todo ha salido muy bien. Podemos estar orgullosos de nuestro curso.
20:00 Ya en casa, y con algo más de calma, me doy cuenta de la bonita metáfora que nos ha quedado sobre la carrera investigadora. Empiezo a creer que la mesa ha sido un tremendo éxito, porque ha servido para ilustrar la realidad. Gracias a ella hemos podido dar los dos mejores consejos posibles.
El primero, que la investigación es un camino lleno de obstáculos y problemas por resolver, y que nuestra capacidad para adaptarnos a ellos es esencial para salir adelante. La segunda, por supuesto, que lo más importante en la vida… es tener amigos.
@DayInLab
Simplemente ¡Bravo!